Se da la circunstancia de que la línea del buque
es la que da servicio al gigante de la alimentación internacional Del
Monte, que enlaza Centroamérica y Europa a través de Marín. Se trata de
una línea que lleva dos años funcionando en el puerto pontevedrés y, en
principio, es la primera vez que alguno de sus buques es empleado para
el transporte de estupefacientes desde que opera en este puerto.
En cualquier caso, ya en Marín, el contenedor
«despertó las sospechas de los funcionarios de Aduanas», por lo que se
procedió a su apertura. Además de las cajas que contenían la mercancía
legalmente declarada, plátanos, los investigadores localizaron, al
fondo, un palé con ocho cajas en las que, mezclados con la fruta, se
encontraban los 120 kilos de droga distribuidos en pastillas de tamaño mediano.
En la misma inspección, fue localizada una caja
en la que, junto con la droga y los plátanos, se encontraba un precinto.
Al parecer, la estrategia seguida por los fletadores del alijo es que
sus compinches en Marín, una vez recogida la cocaína, volvieran a cerrar colocando este precinto para no despertar sospechas. No lo pudieron hacer.
La operación bautizada como Bananas está siendo
instruida por uno de los juzgados de Marín y en la misma participan
agentes del Greco de la Policía Nacional, de Vigilancia Aduanera y de la
Guardia Civil.
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